El 2 de junio de 1975, alrededor de 100 trabajadoras sexuales ocuparon la iglesia Saint-Nizier en Lyon para protestar contra su expulsión y la amenaza a su seguridad, lo que supuso el inicio del movimiento de las prostitutas. A día de hoy, las trabajadoras sexuales siguen luchando contra una estigmatización masiva que se traduce en discriminación estructural y restricciones en su vida cotidiana.
Actualmente están ganando fuerza las corrientes abolicionistas, a menudo impulsadas por grupos cristianos fundamentalistas y/o feministas transfóbicos. Exigen la prohibición del trabajo sexual y la criminalización de los clientes.
Esto ocurre en un contexto de políticas racistas y contrarias a la inmigración, en el que el trabajo sexual se equipara a menudo con la trata de personas o se presenta como involuntario, mientras que faltan perspectivas diferenciadas y realistas. Las personas que ejercen el trabajo sexual suelen ser consideradas víctimas que deben ser rescatadas y/o sus proyectos de vida se consideran desviados. De este modo, se les niega la capacidad de actuar y de tomar decisiones, a pesar de que el derecho a la autodeterminación sexual es fundamental para una sociedad libre.
Las concepciones biológicas del género, así como los prejuicios racistas y sexistas, siguen presentes en las estructuras institucionales y sociales y dan lugar a una desigualdad sistemática. Las estrictas regulaciones legales y las prácticas estigmatizantes, como los exámenes obligatorios, contribuyen aún más a la marginación de las personas que ejercen el trabajo sexual.
Las consecuencias son graves: las personas que ejercen el trabajo sexual, especialmente las migrantes y refugiadas, sufren una fuerte discriminación, exclusión social, inseguridad jurídica, desventajas económicas y riesgos para la salud.
Esta actitud despectiva se ve reforzada y perpetuada por la cobertura mediática, que sigue presentando a las personas que ejercen el trabajo sexual de forma estigmatizante y sesgada, fomentando así la desinformación y la discriminación.
Con motivo del 50.º aniversario del movimiento de prostitutas, los centros de asesoramiento especializados y las organizaciones autónomas austriacas reclaman el reconocimiento social del trabajo sexual como actividad laboral y el rechazo de los juicios morales.
Nueve recomendaciones para una cobertura informativa justa sobre el trabajo sexual (o para un trato justo del trabajo sexual)
- No moralizar el trabajo sexual
- El trabajo sexual es un servicio autónomo y físico. Las personas que lo ejercen toman sus decisiones de forma independiente, lo cual debe respetarse.
- Terminología adecuada: trabajo sexual ≠ trata de personas
- El trabajo sexual libre no debe confundirse con la trata de personas ni con la explotación sexual, aunque se realice al margen de la normativa oficial. El término «prostitución forzada» mezcla la violencia con una actividad legal y, por lo tanto, es inadecuado. Las personas que ejercen el trabajo sexual no son delincuentes y no deben ser tratadas como tales.
- Mostrar diversidad
- El trabajo sexual es diverso: personas de todos los géneros, orientaciones sexuales y orígenes participan en él, ya sea a tiempo completo o como actividad secundaria. Esto también debe reflejarse en los medios de comunicación.
- Respetar la autodeterminación
- Las decisiones vitales son individuales y dependen del contexto. El trabajo sexual también puede ser una elección consciente y legítima. La compasión o la condescendencia están fuera de lugar.
- No presentar a las personas que ejercen el trabajo sexual como víctimas
- El trabajo sexual es legal, pero a menudo está excesivamente regulado. En lugar de «salvar» a las personas que lo ejercen, estas exigen condiciones laborales justas, seguridad jurídica y el fin de las prácticas estigmatizantes y discriminatorias.
- Proteger el anonimato
- Las fotos y los datos personales solo pueden publicarse con el consentimiento de las personas afectadas. Revelar su identidad puede poner en peligro su existencia.
- Involucrar a las personas afectadas
- Las personas que ejercen el trabajo sexual tienen experiencia. Debe garantizarse su participación en todos los procesos que afectan a su vida, sin que otros hablen en su nombre. Para elaborar informes bien fundamentados, deben tenerse en cuenta sus perspectivas y opiniones.
- Selección cuidadosa de las imágenes
- Mostrar a las personas que ejercen el trabajo sexual como sujetos activos, no como objetos. Las imágenes sensacionalistas son perjudiciales y distorsionan la realidad.
- Reconocer el trabajo sexual como trabajo
- Aunque el trabajo sexual está regulado de forma diferente en cada estado federado de Austria, es legal. El reconocimiento del trabajo sexual como trabajo y la consiguiente despenalización legal ofrecen, en particular a las personas marginadas, la posibilidad de trabajar de forma más autónoma, acceder a derechos fundamentales, organizarse y representar sus intereses.
Todos los actores sociales, en particular los medios de comunicación, tienen la responsabilidad de no seguir reproduciendo y consolidando representaciones discriminatorias.
La alianza PROSEXWORK, junto con representantes de las personas que ejercen el trabajo sexual y centros de asesoramiento especializados, ha publicado una hoja informativa para periodistas en el marco del grupo de trabajo «Servicios sexuales». Esta hoja ofrece una serie de recomendaciones claras sobre lo que se debe y no se debe hacer para informar de forma objetiva y respetuosa sobre este tema
Enlace a la hoja informativa: información sensible sobre el trabajo sexual
Eventos en torno al 50 aniversario del movimiento de prostitutas:
Innsbruck: Con motivo del 50.º Día Mundial de la Prostituta, el 2 de junio, iBUS pintará un mural y montará un stand informativo para reforzar la solidaridad con las trabajadoras sexuales y con las mujeres en general.
Dónde: edificio PEMA/Adlers-Hotel, junto al paso subterráneo hacia el Sillpark, 2 de junio de 10:00 a 17:00.
Salzburgo:
2 de junio de 2025: 50 años del movimiento de prostitutas: diálogo y recital @academy café-bar, Franz-Josef-Straße 4, 5020
18:00 Debate con Christine Nagl y Sabrina Stranzl: «Por qué luchamos».
19:30 Elisabeth de Roo canta acompañada al piano por Vyara Shuperlieva
3 de junio de 2025, monumento a la emperatriz Elisabeth, explanada de la estación, 5020, 18:00
Paseo por la ciudad: «Tras las huellas del placer comprado»
Linz: 2 de junio Trabajo social en la calle: tertulias con trabajadoras sexuales sobre la despenalización del trabajo sexual
Viena: 2 de junio de 2025: Película «Sexarbeit und Beziehung» (Trabajo sexual y relación), seguida de un debate con Red Edition y LEFÖ, organizado por AG Feministischer Streik Wien@Kollektiv Kaorle, Ottakringer Straße 201, 1160 Viena
Foto: Helena Manhartsberger